21 diciembre 2011

No hay cachondeo: coges, pagan, y te vas

Nunca había entrado a una red social. Casi no tengo tiempo como para sentarme a perderlo, pero ya vi que es un medio muy eficaz para que las personas lean lo que escribes.
Al abrir mi página, me encontré con muchas invitaciones de amistad de toda clase de personas.
Lo que me da gusto es ver que no sólo son los de siempre: políticos, empresarios, clientes asiduos de losputiclubes
También me contactaron muchas compañeras de oficio, y chavos con dudas.
Un chico que agregué a mi pagina me preguntó: Nadina, ¿Cuál es la aventura más cachonda que has tenido como prostituta?
Mi respuesta a esa pregunta fue breve, y me salió sin pensarla: ninguna.
La cachondería se da cuando hay atracción por la persona, y en efecto, he estado tanto con hombres sumamente grotescos, y también con tipos guapísimos y muy sexuales, pero cuando eres puta como que esa parte de la endorfina se te inhibe (al menos a primera vista). 
Puede ser que después de varias experiencias con el mismo cliente, vayas agarrando el modo y pueda haber algo de empatía o acomodo entre los cuerpos.
Pero así como una experiencia cachonda en sí, no.
Para cachondear necesitas que te inspiren, y las prostitutas perdemos esa capacidad. 
Cada cliente es como una vaca a la que le pones su marca en la piel y sigue la otra.
No te detienes, así es el buissne.
Puede haber hombres que sean buenísimos con la lengua en el sexo oral, o tipos que sepan mover bien la polla y lleguen a estimularte tanto que no necesites fingir el orgasmo, pero cachondear es diferente.
Cachondear es rico: te moja desde el comienzo, la boca se pone caliente y sientes como un pálpito en el coño.
No me pasa eso al trabajar.
Experiencias cachondas no. 
Muchas perversiones, y cumplir fantasías extravagantes sí, pero no por gusto. 
Nunca “quiero más”, con alguien a quien ya me cogí.
Coges, te pagan y te vas.
O coges, y si les gustó pagan la segunda, y así hasta que ellos quedan satisfechos y hasta donde les dé el bolsillo y la potencia.
Entre cogida y cogida, puede haber momentos de charla amena, pero no te clavas. 
Yo no me levanto del sillón a buscarle el sexo o a lamerle el oído a un tipo que ya cogió y ya pago. 
No me excito, ni corro a buscar brazos. 
Para eso son las novias y las esposas.
Si no hacen “su chamba” ellas, es su problema.


fuente: MATRIOSHKI (por Nadina)

1 comentario:

  1. Nunca he estado con una prostituta; sin embargo, he escuchado experiencias de conocidos donde mencionan que no besan o que se bloquean para evitar sentir placer. No me consta, pero creo que es perfectamente lógico pensando en que negocios y placer no es una buena combinación.

    Saludos Enfermos.

    ResponderEliminar